Todavía recuerdo ese 5 de enero cuando pasé por delante de la tienda de animales y lo vi; era el cachorro mas bonito que jamás había visto y rápidamente conectamos el uno con el otro. Me lo quedé mirando tímidamente como esperando una respuesta por su parte, como si fuera el apoyo y compañía que tanto tiempo llevaba buscando, mientras él casi intuyendo que iba a ser su compañera me miraba con esa mirada tan dulce que me encandiló. ¿Y por qué no? me pregunté, vivo sola y necesito tener mas responsabilidades, necesito cuidar de alguien y que un alguien cuide de mi en mis momentos de soledad. Era el regalo de reyes perfecto, nos necesitábamos el uno al otro, él necesitaba una vida emocionante y yo necesitaba madurar. Y ahí fue cuando nos juramos el uno al otro hacernos compañía y cuidarnos hasta el final.
Nuestras almas están unidas desde hace casi 14 años, mas tiempo que con mi marido e hijas. ¿ Cómo puedo dejarlo ir? Ese 5 de enero me comprometí a cuidarlo y hacer todo lo posible para que no le faltara de nada, y a pesar de que está ciego, sordo y con artrosis, sé que cuando está conmigo yo soy sus ojos, sus oídos y su guía ¿ Dónde estará mejor que conmigo? ¿Quién lo cuidará mejor que yo? ¿Que ángel lo guiará por el cielo mejor que hago yo por casa? Demasiadas preguntas que no quiero ni puedo contestar, sólo sé que cuando pienso en un futuro sin él, las lágrimas se me agolpan para salir y recuerdo que ha sido un punto de inflexión en mi vida. Lo que tengo claro es que ha vivido una vida llena de emociones y amor con una compañera perfecta en la aventura de la vida. Lo siento pero ni quiero ni sé prepararme para perder a mi socio y amigo HONEY.
Espero que os haya gustado, muchos de vosotros supongo que tenéis mascotas y habéis pasado por este sentimiento que reflejo. Hay un refrán que dice que Hasta que no hayas amado un animal, una parte de tu alma estará dormida. Un beso y espero vuestros comentarios!!