Intenté comprar un vestido sexy para la ocasión, sabía que el color negro era su preferido y cuanto más corto y sensual mejor. Me recorrí todas las tiendas hasta que por fin lo encontré, era perfecto para esa día tan especial, casi pintado para mi.
Me vestí para la ocasión y mientras me subía la cremallera del lado derecho del vestido, pude contemplar como la espalda quedaba al descubierto viéndose así mi tatuaje. Mi figura se discernía entre los encajes del vestido. Me puse esa ropa interior picante que tanto le gusta a él, la de color negro que en numerosas ocasiones había disfrutado tan sólo mirándome, deslicé con suavidad mis pantys negros por mis piernas hasta dejarlos sujetos en ellas. Me recogí el pelo para dejar mi esbelto cuello al descubierto, el recogido le daba un toque más sexy al conjunto. Me puse esos tacones de vértigo que tan alta y exquisita me hacía y mientras me pintaba los labios de rojo carmín, imaginaba su boca, esa boca que con tanta vehemencia deseaba.
Bajé al salón y allí estaba él, mirándome con delirio y desviando su mirada hacia mi escote, quería desnudarme con su mirada pero decidió esperar al postre. Me acerqué a él, mis ojos se depositaron en la mesa la cual estaba preparada con preciosas velas que le daban al ambiente un toque de romanticismo y sensualidad. Los pétalos de rosa estaban colocados con premura encima del mantel mientras algunos caían imitando un camino de rosas hasta la bañera, estaba impresionada y mis ojos delataban esa emoción.
Mientras estábamos cenando, su mano se desplazó a mi pierna y mi piel manifestó un temblor absolutamente exquisito, mi temperatura corporal se incrementó unos grados más y desee que esa mano se perdiera por mi cuerpo. La raja del vestido que se había insinuado tímidamente toda la cena, fue la culpable de que esa mano se perdiera entre mis piernas, quise disimular mi excitación pero el fuego de mis ojos me delataba. Nos habíamos consumido ya el tiempo de seducción y ahora tocaba dejarnos llevar por el deseo y la pasión, una mezcla entre Romanticismo y Sensualidad fueron las culpables de que esa noche fuera perfecta. ¡Cada uno sedujo a su pareja como mejor sabía o podía!
El final os lo dejo a vuestra imaginación jajjja, mucha gente no cree en el día de San Valentín, pero en realidad yo creo que es una fiesta disfrazada de oportunidad para aquellas parejas que son víctimas de la enfermedad "Rutina". Intentad seducir a vuestras parejas de la mejor forma posible porque es la oportunidad de reavivar esas cenizas escondidas.
Espero que os haya gustado chicos!! Es un post con doble mensaje, un mensaje para nosotras las mujeres y un mensaje para los hombres, a cada uno se le seduce de diferente manera, sólo hay que encontrar esa manera y propiciar ese ambiente. Un beso y espero vuestros cálidos mensajes!!
